
Lo primero que debes saber a la hora de llevar esta decoración a tu hogar, es que se basa en la filosofía Zen y consiste en crear ambientes armónicos en los que se transmita sutileza y tranquilidad a través del equilibrio.
¿Cómo se alcanza este equilibrio en la decoración? Te recomendamos utilizar pocos objetos, para que resalten principalmente diseños con materiales naturales tales como bambú, mimbre, papel y piedra, potenciando tanto los aromas como los detalles sutiles para generar un ambiente tranquilo.
En cuanto a la luz, debe ser indirecta, sutil y equilibrada. Los focos de luz deben estar en lo posible escondidos o disimulados. Las paredes no necesitan decorarse con elementos complementarios y podemos optar por la decoración de madera o cristal pero en poca cantidad.
La elección de los colores es primordial, el papel protagónico se los llevan los tonos blancos, pasteles, grises, ocres y los beiges. Si quieres llevar un toque de intensidad a estos espacios puedes colocar pequeños detalles en tonos rojos o verdes pero ¡ojo!, en pequeñas cantidades.
Lo principal de esta tendencia es optimizar al máximo la simpleza. Debemos potenciar las líneas rectas y rechazar todos los adornos y artículos sobrecargados e innecesarios. Los elementos de baja altura son una buena opción, todo esto para destacar el orden por encima de otras cosas.
¡Atrévete y dale un estilo Zen a tu hogar!